Corpus Christi.
PARROQUIA DE SAN JOSÉ OBRERO
Corpus Christi.
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La vida humana tiene muchas dimensiones.
. Hay una vida física: respiración,
digestión, circulación de la sangre, etc. Hay una vida intelectual:
pensamientos, razonamientos, ideas, conocimientos, etc.
. Hay una vida social: relaciones con los
otros, necesidad de agruparnos, de convivir, etc. Hay una vida espiritual:
mundo de los sentimientos, de las emociones, de los ideales, de los valores, de
la belleza, de la música, de la poesía, etc.
. Hay también una vida religiosa que abarca
el sentido último, el misterio que encierra la vida, lo que no abarcamos ni con
nuestros sentidos ni con nuestra inteligencia y que solamente podemos
vislumbrar y adorar.
. Si rechazamos alguna de estas dimensiones
estamos recortando, achicando la vida misma. Estamos renunciando a alguna de
sus posibilidades.
¿Qué necesitamos para
vivir como personas? ¿Para crecer, para madurar?
.
En nuestro mundo hay mucha gente que no puede desarrollar alguna de estas
dimensiones.
. Hay hambre material: alimentos, medicinas,
etc. Hay hambre de sentido que hace perder el sabor de la vida. Hay hambre de
dignidad. Hambre de igualdad. Hambre de paz, de no violencia.
. El hambre material y las otras hambres impiden vivir de verdad.
Jesús se da a sí mismo para llevarnos a vivir en plenitud. Así como el maná en
el desierto hizo posible el camino del pueblo hacia la libertad, la Eucaristía nos
fortalece para que vivamos en plenitud y trabajemos por la vida de todos.
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En
medio del desierto, Dios alimenta a su pueblo. El maná es la señal de la
actuación de Dios. El verdadero alimento de Israel es la Palabra de Dios con cuya
fuerza alcanzará la libertad para vivir con la dignidad propia de seres humanos
y que ahora les orientará para caminar por el desierto.
. Deuteronomio 8, 2-3 . 14-16
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La
celebración de la
Eucaristía en la comunidad de Corinto se veía afectada por la
división y la insolidaridad. Aquello era una incoherencia porque la Eucaristía crea
comunión entre quienes participan en ella. El vino y el pan compartidos,
presencia de Jesús resucitado, hace que los que la celebran se hagan un único
cuerpo.
. 1ª Corintios 10, 16-17
·
Comer
de este pan supone identificarse con Jesús, seguir su camino, su forma de
pensar, sus actitudes, su pasión por la vida, su predilección por las personas
más pobres y excluidas. Cuando nos alimentamos de la vida de Jesús saciamos
nuestra hambre de sentido, de dignidad
humana, de libertad y nos sentimos movidos a construir una sociedad donde nadie
pase hambre.
. Juan 6, 51-59
( Pinchar en el reproductor para oir el Evangelio)
.
Las tres lecturas forman como un tríptico en torno a la Eucaristía.
. La 1ª es como la prehistoria de la Eucaristía. Moisés
recuerda al pueblo lo que Dios ha hecho por ellos liberándolos de Egipto. Fue
el paso de una vida indigna de seres humanos a la vida en libertad.
. ¿Podremos nosotros vivir la vida en
plenitud, aspirara a ser libres y liberadores, construir un mundo nuevo,
solamente con nuestras fuerzas, sin la ayuda de Dios?
. En el evangelio hay una referencia al
maná de la 1ª lectura que no era sino un pálido anticipo del verdadero Pan de
vida que es Jesús. Vida que supera incluso las fronteras de la muerte.
. Finalmente, en la 2ª lectura se habla
claramente de la Eucaristía. El
Pan de vida que es Cristo se hace realidad en el pan de la comunión. Y porque
vivir es entrar en comunión con Dios y los demás, el apóstol insiste en la
unidad que crea la
Eucaristía.
¿Cuándo celebramos la Eucaristía traemos aquí
nuestra vida? ¿Nos llevamos vida? ¿Nos ayuda a vivir?
.
Comer a Cristo en la
Eucaristía es mucho más que recibir el pan consagrado.
. Comulgar con Jesús, da un sentido a la
vida y nos va haciendo personas al estilo de Jesús, personas que parten y
reparten lo que son y lo que tienen.
. Nos impulsa a trabajar para que nadie
pase hambre ni de pan ni de nada lo que necesita para vivir con sentido (vida
física, intelectual, social, espiritual,
religiosa). A prestar atención y descubrir las hambres de tantas personas con
las que convivimos-
. Hay muchas hambres que no se pueden
eliminar solo con un esfuerzo individual, es necesario cambiar la organización
y las leyes de esta sociedad. Unir nuestras voces y esfuerzos a los de tantos
colectivos y personas que apuestan por un mundo más justo es una exigencia de la comunión con Jesús.
. Comulgar el Cuerpo de Cristo en una
sociedad marcada por la injusticia que produce tantas clases de hambres supone
permanecer en la esperanza activa de que otro mundo es posible.
.
La Eucaristía
es una celebración de la vida porque hace presente el amor de Dios a nosotros.
. Celebramos la Eucaristía para vivir y
hacer vivir. Traemos nuestras vidas y al unirlas con Jesús aumentan de calidad
porque son transformadas por el amor de Dios.
. Sólo es necesario que nos abramos a esta
vida que Dios nos ofrece por medio de Jesús y que estemos dispuestos a
comunicarla.
Canto
Jesús se queda en la Eucaristía, por medio de ella nos acompaña y nos alimenta, sacando así nuestra hambre y sed de justicia. Da sentido a nuestras vidas y nos motiva para creer y trabajar por un mundo en donde imperen la libertad y la dignidad y en el que nadie pase hambre ni necesidad de ninguna clase.
(Pinchar en el reproductor para oir la canción)
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